Fragmento de Así habló Zaratustra, de Friederich Nietzsche:
(Hablando de Dios...).
"Pero, ¿tiene realmente hijos? Nadie puede probarlo. ¡Si no lo prueba él mismo! Hace mucho que yo quería que lo demostrara alguna vez de verdad.
- ¿Demostrar? ¿Acaso ha demostrado ese cosa alguna? El demostrar le es difícil; su empeño es que se le crea.
-¡Sí, sí! La fe salva; la fe en él salva; la fe le salva a él".
No creo en dioses ni diosas, pero lo cierto es que mientras haya quienes crean en Yavhé y Allah, para desgracia de Nietzsche y a mi pesar, dios estará a salvo.
Una pena para los varones y las mujeres, porque mientras haya fe, no seremos como dioses y diosas; de nada nos habrá servido tomar del fruto prohibido.
Si la serpiente se lo dio a probar a Eva, y ésta a Adán, fue para abriésemos los ojos; para que fuésemos capaces de discernir entre lo bueno y lo malo; para que lográsemos construir y de deconstruir valores; para que pudiésemos razonar y liberarnos del yugo del padre dictador; para rebelarnos contra la tiranía de la moral impuesta; para convivir en un paraíso forjado por nosotros y nosotras, desde nuestra ética, inteligencia y ciencia, y no fruto de la subordinación; para disfrutar de este mundo y del placer terrenal; para dudar de la existencia de Dios y negarlo.
Lo siento, querida serpiente: a pesar de que nos diste a probar el fruto de la libertad, aún yacen entre el ser humano las cadenas de la ignorancia que el padre nos regaló.
Lo siento, Eva, madre dadora del dulce pecado original y por tanto de la inteligencia y la grandeza humana: a pesar de que a través de ti el ser humano fue elevado al rango de Dios y Diosa, todavía no hemos aprendido de tu hazaña, ya que te rebelaste ante la tiranía y diste el primer paso a la libertad... ¡y para colmo las mujeres siguen pagando ese acto tuyo digno de admiración!
Lo siento, mi querido y amado Friederich... ¡Aún la fe nos mantiene lejos del súperhombre!; y por consiguiente, por desgracia, Dios todavía no está muerto.