-¿Lástima? Sí, fue lástima lo que detuvo la mano de Bilbo. Lástima y misericordia: no matar sin necesidad. Y ha sido bien recompensado. Frodo, puedes estar seguro: la maldad lo rozó apenas y al fin pudo escapar por el modo en que tomó posesión del Anillo, con lástima.
-Lo lamento -dijo Frodo-; estoy asustado y no siento ninguna lástima por Gollum.
-No lo has visto -interrumpió Gandalf.
-No, y no quiero verlo -replicó Frodo-. No puedo entenderte. ¿Quieres decir que tú y los Elfos habéis dejado que siguiera viviendo después de todas esas horribles hazañas? Ahora, de cualquier modo, es tan malo como un orco, y además un enemigo. Merece la muerte.
-La merece, sin duda. Muchos de los que viven merecen morir y algunos de los que mueren merecen la vida. ¿Puedes devolver la vida? Entonces no te apresures a dispensar la muerte, pues ni el más sabio conoce el fin de todos los caminos".
Fuente:
Tolkien, J.R.R. (1901). El Señor de los Anillos. La Comunidad del anillo. Barcelona: Minotauro.
Fuente:
Tolkien, J.R.R. (1901). El Señor de los Anillos. La Comunidad del anillo. Barcelona: Minotauro.
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