Existe en el planeta Tierra una secta que se reúne una vez a la semana para consumir símbolos de carne y sangre humana bajo una antigua y terrorífica máquina de tortura y muerte.
Se llama cristianismo y, en su terminología, se trata de una religión que se reúne cada domingo para tomar el cuerpo y la sangre de Cristo bajo un crucifijo.
Imaginaos que Jesús de Nazaret hubiese nacido en una época más actual y hubiese sido asesinado con una silla eléctrica y los cristianos y las cristianas promoviesen que se pusiese una en las aulas; o que hubiese muerto tras el disparo de un fusil y ahora todos y todas llevasen uno cargado y colgado en su pecho...
Y luego se quejarán de la violencia que aparece en la televisón, cuando llevan a sus niños y niñas a un centro donde tienen la representación de un hombre clavado en madera, sangrando y agonizando de dolor, si no es que está muerto.
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