viernes, 8 de marzo de 2013

Yo no quiero un día del varón.

Hoy, 8 de marzo, es el día de las mujeres. Y por ello, en este día no faltarán las críticas de machistas y masculinistas que irán comentando: "¿Y por qué no hay un día de los varones? ¿Veis cómo sí hay discriminación contra los hombres?", y cosas por el estilo.

Lo que ocurre es que estos hombres piensan que el día de las mujeres es un día de celebración y de fiesta para ellas; un día para conmemorarlas y alabarlas como si fuesen diosas.

Nada más lejos de la realidad...

El día de las mujeres es una fecha reivindicativa; una fecha para pedir y luchar por la igualdad; una fecha para recordar lo que han tenido que sufrir para conseguir mejorar tan solo un poquito sus vidas; una fecha para hacer presente que el machismo y la discriminación contra las mujeres aún persisten en nuestras sociedades; una fecha para unirse al feminismo y ponerse en pie de guerra contra el patriarcado.

Por eso yo no quiero un día de los varones. Los varones somos el sexo dominante, no el dominado; y así como no existe un día del orgullo heterosexual, sino del homosexual, por razones obvias, pedir por un día de los varones es absurdo.

Es increíble que haya varones que, a pesar de las desventajas propias de su sexo, lo tienen casi todo (la posibilidad de encontrar un empleo antes que una mujer, la posibilidad de ser escuchado antes que una mujer, una mayor posibilidad de no ser violado por la calle, la posibilidad de llegar a más altos puestos que una mujer a pesar de tener un menor nivel académico, etc, etc, etc), y se vayan quejando porque no tienen un día propio... 

Ahora bien, cuando se trata de quejarse de que no tienen una píldora anti-conceptiva propia, en lugar de dejar que sean las mujeres quienes se metan toda la química en el cuerpo; o cuando se trata de quejarse de que los varones no tienen un permiso por paternidad digno, en lugar de dejar que sean sus parejas quienes tienen que ponerse hasta el cuello de cuidar a la criatura mañana, tarde y noche... no veo alzar la voz sobre ello a ninguno de esos masculinistas y machistas tan victimizados.

Pero bueno, ¡qué le vamos a hacer si hay mucho envidioso suelto por ahí, que lo quiere todo, todo y todo!

2 comentarios:

mamisepa dijo...

Cuánta razón, Enrique. La verdad es que yo no sé aún exactamente qué quieren todos los varones que se victimizan. Todavía no nos han contado cuáles son exactamente sus objetivos, y sus quejas. Se quejan de que sus antepasados fueron a la guerra, pero ni luchan por evitar guerras ni porque las mujeres acudan a ellas. Se quejan de que no pueden abortar, pero no se plantean entonces que, con más razón, serían ellos los que deberían exigir SIEMPRE anticonceptivos. Se quejan de que no hay custodias compartidas tras el divorcio, pero no veo que protesten por sus horarios laborales, ni que hagan huelgas para tener horarios más razonables que les permitan "disfrutar" de sus hijos, ni que promuevan que los papás se tomen excedencias, ni mucho menos bajas paternales intransferibles. En fin, quejarse, quejarse, quejarse... quejarse es gratis,¡leñe!

Dejame que te cuente dijo...

ole tu...¡¡¡

nada mas que añadir...
tu lo has dicho todo magnificamente...
un abrazo