miércoles, 28 de mayo de 2014

El masculinismo es como la Democracia; el feminismo, como la Anarquía.

Hoy vamos a ver, de un solo golpe, una de las fundamentales diferencias entre masculinismo (neo-machismo) y feminismo, y entre Democracia y Anarquía, dado que comparten la misma lógica.

Los y las neo-machistas dicen:

"Sabemos que los varones han tomado las decisiones fundamentales en las sociedades. Sabemos que han gobernado mayoritariamente y han ocupado los cargos considerados como más importantes. Sabemos que las mujeres han estado al cargo de los varones, cual menores de edad. Sabemos que ellas han estado detrás de ellos. Pero con ello han ganado protección. Gracias a que han sido tratadas como niñas, no se han tenido que arriesgar en guerras, a ser traicionadas a raíz de sus decisiones políticas, o no han tenido que deslomarse trabajando en puestos laborales duros. Los hombres han mandado porque ellos se llevaban la parte más difícil y las protegían. Ellos han sido, por ende, igual de oprimidos, a causa de mostrar su virilidad y pretender llevarse el protagonismo. Las tareas de varones y mujeres valen por igual; y el sistema no es injusto porque cada cual desempeña una labor importante, en la cual ella se subordina a cambio de protección; y él gana autoridad, poder y dominio mientras arriesga más su salud y su vida".

Por supuesto, quienes afirman esto, niegan que las mujeres también han luchado en guerras, que ellas han muerto más pariendo como conejas, que ellas también trabajaban en labores forzosas, que ellas eran sometidas por ellos y que los problemas de ellos venían de la mano de otros varones y no de mujeres, etc.

Pero ese no es el caso. El caso es la lógica de "sí, tú estás abajo, pero yo te protejo", lo cual expone a las mujeres a la caridad.

Las relaciones entre varones y mujeres, desde el ideal machirulo, se basa en la caridad. Y puede que una mujer no reciba esa caridad, sino que sea maltratada, violada, humillada...

Además, ¿por qué la vida y la fortuna de una mujer debe depender de la bondad de un varón?

Y eso es lo que viene a decirnos el feminismo. Las y los feministas dicen:

"Las mujeres y los varones no han sufrido la misma opresión. Ellas han estado abajo, ellas han estado sometidas a las decisiones de ellos, ellas han arriesgado su vida desde la falta de poder, ellas dependen de la caridad, ellas son la proletaria del proletariado, ellas han tenido que trabajar fuera y dentro del hogar, ellas merecen autonomía y no depender de un pacto con los varones, ellas han de ser respetadas en todo momento, ellas no tienen por qué ser protegidas sino que deberían tener derecho a disponer de las herramientas que les permitan defenderse a sí mismas, etc".

Es decir, el masculinismo basa su relación en un pacto entre los varones y las mujeres, por el cual ellos mandan a cambio de ofrecer su protección.

El feminismo quiere la igualdad real, sin pactos, dando autonomía y libertad a varones y mujeres, con el mismo protagonismo, la misma importancia, alcanzando una sociedad en la cual todo el mundo cuide de todo el mundo y dé lo mejor de sí, sin roles prefijados.

El feminismo es un movimiento que defiende la igualdad y la libertad. El neo-machismo, por el contrario, fomenta la opresión protectora.

Y esto mismo pasa con la Democracia y la Anarquía.

Un gobernante o una gobernanta de la Democracia, te dirá:

"Es verdad, el Gobierno manda y tiene autoridad. El gobierno decide sobre tu cuerpo, sobre tu vida. El Gobierno te da o te quita lo que quiere. El Gobierno te pone impuestos. El Gobierno hace las leyes. El Gobierno está por encima de ti. Dependes de la bondad y la caridad del Gobierno. Sin el Gobierno, no eres nada ni nadie, y no tienes autonomía posible. No hay igualdad entre quienes gobiernan y el pueblo gobernado. Te ponemos detener, expropiar y oprimir lo que nos dé la gana. Pero debes confiar en nuestras buenas intenciones. El Gobierna vela por tu salud, tu educación, tu bienestar. Te mandamos y controlamos, pero a cambio te ofrecemos la protección del Estado. Es un pacto social, en el que tú, con tu voto, decides quién te va a mandar, pero a cambio recibes la ayuda de esa persona que eliges, etc".

¿Veis? La lógica neo-machista está basada en el contrato social democrático. "Tú me das poder; yo te doy protección".

Y esto es basura.

Al igual que las mujeres feministas rechazan el pacto que defienden los y las neo-machistas, los y las anarquistas rechazamos el pacto social con un Gobierno-Estado.

Al igual que el feminismo, el anarquismo promueve la emancipación plena del individuo, en total igualdad.

El feminismo y el anarquismo se basan en el mismo razonamiento. Por ello no puede haber Anarquía sin feminismo, ni triunfará un feminismo de la subordinación, como el que promueven las y los neo-feministas y las y los feministas de la burguesía.

Al igual que cualquier feminista, las y los anarquistas no queremos protección de alguien que nos mande.

Queremos la protección mutua, en equidad, entre toda la ciudadanía. Queremos que todo el pueblo vele por el pueblo, sin necesidad de dar poder a nadie. Queremos libertad; la posibilidad de que la sociedad se defienda y proteja a sí misma. No queremos que nadie nos venga a decir qué debemos hacer, o que es lo que nos conviene, como si fuésemos menores de edad. Solo la sociedad sabe lo que es bueno para la sociedad; y nadie puede velar por mis intereses mejor que yo.

martes, 27 de mayo de 2014

Izquierda, democracia y poder.

Sorprendentemente, el partido político Podemos, cuyo representante es Pablo Iglesias, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, ha logrado, en solo 4 meses, 5 escaños en las Elecciones al Parlamento Europeo 2014. 

La gente tiene confianza, con este logro, de que algo va a cambiar en España.

Y sí, algo va a cambiar: la confianza.

Tras estas elecciones, he notado algo a mi alrededor: la gente tiene esperanza, vuelve a unirse contra el poder y tiene más ganas que nunca de echarse contra políticos, los bancos y las grandes empresas.

El pueblo del Estado español está cansado de tanto recorte, de tanto pitorreo, de que se le acuse de su desgracia y de ver cómo la clase alta se enriquece cada vez más a su costa.

La ciudadanía tiene la sensación de que podemos hacer algo contra la corrupción, la explotación y la desigualdad.

Pero, aunque no pretendo restarle importancia al asunto, es eso lo único que ha cambiado y cambiará: la esperanza.

Como se dice en la primera parte de la trilogía Los juegos del hambre

"Una poca esperanza, es efectiva; mucha esperanza, es peligrosa".

Y es cierto. Los gobiernos siempre tratan de meter un poco de esperanza a la gente para que se quede parada. Por eso tratan de hacernos creer que si obedecemos y nos apretamos el cinturón, saldremos de la crisis. Por ello pretenden hacernos pensar que como ha bajado algo el paro, empezaremos a vivir bien. Por este motivo evitan hacernos ver que aún persisten los desahucios y los suicidios, y tratan de hacer que nos fijemos solo en la prima de riesgo y otras historias.

Con un poco de esperanza, el pueblo no hace nada.

Sin embargo, con el batacazo del bipartidismo y viendo la ciudadanía que hay un fuerte bloque comunista, formado por Izquierda Unida y por Podemos que puede llegar a cambiar las cosas, el nivel de esperanza de la gente ha elevado.

Y por ello hay gente de arriba que tiene miedo.

Pero, por supuesto, no son los y las que más arriba quienes tienen este miedo. ¿Por qué? Porque ni Podemos, ni Izquierda Unida, ni nadie en el mundo, les hará caer.

Y es que Pablo Iglesias hace mucha alusión a "banqueros corruptos", a "la hegemonía de la casta política", etc, dándonos a entender que el problema está en quienes manejan esos bancos y en ese tipo de políticos. Lo que Pablo Iglesias pretende decirnos es que podría haber bancos que hagan bien su trabajo y partidos políticos que no se dejen llevar por la corrupción, como el suyo, por ejemplo.

Y puede que tenga razón; no lo niego. Opino que hay personas en quienes se puede confiar y que tienen las ideas lo suficientemente claras como para hacer, efectivamente, bien las cosas y traer un cambio en favor del pueblo.

Pero lo que Pablo Iglesias no ve es que el problema real no está en quién gobierna, ni en quién lleva tal o cual banco, o en que los mercados solo busquen su propio beneficio. El problema no está en quién juega el partido. El problema está en el juego en sí mismo.

Mientras haya mercados, habrá gente con más dinero y con menos dinero, y además habrá competitividad; y la competitividad solo puede llevar a buscar pisotear al resto. Podemos hacerlo limpia o injustamente, cierto. Pero habrá competitividad, al fin y al cabo.

Y, desde luego, el problema no está en el control o descontrol de los bancos, ni en quién lleva el banco. El problema está en la existencia del banco. ¿Uno nacional que busque el bienestar de la patria? Sí, desde luego es mejor que una multitud de bancos privados que solo jueguen en su favor. Pero, ¿a quiénes y bajo qué condiciones dará créditos ese banco nacionalizado? ¿Se buscará con el banco la equidad entre todas las personas o solo la igualdad de oportunidades, manteniendo con ello las desigualdades? Y, aunque solventemos el capitalismo dentro del país... ¿cómo solventar el capitalismo entre naciones?

En cuanto al tema de "los malos políticos y los buenos políticos"... ¿Quién asegura que eso durará de por vida?

Mientras el sistema electoral democrático exista, sin haber un cambio de valores y permaneciendo el capitalismo (aunque sea del privado al de Estado, ya que aunque Pablo Iglesias nos traiga el comunismo, él, como político, controlará el capital y lo invertirá como él desee, lo cual implica un capitalismo de Estado), no olvidemos que siempre habrá quienes estén en contra de ello y traten de recuperar el poder.

Y entonces... si la derecha vuelve a ganar, lo desmontará todo.

Quizá el pueblo tome conciencia y la derecha no vuelva a levantar cabeza. Quizá no, y el único modo de mantener el logro conseguido sea a través de una Dictadura del proletariado. O tal vez simplemente los y las comunistas no sean capaces de hacer frente a la brecha existente entre la política idealista y la política real (recordemos que habrá cosas que  no podrán hacerse por la resistencia ejercida por parte de quienes ya controlan el capital), con lo cual la gente perderá la confianza; y en caso de no perderla y seguir esperando a que eso cambie, hasta que llegue el cambio, seguirá habiendo injusticias.

Dudo que Podemos vaya a traer algún cambio. No creo que usar los mecanismos por los cuales la burguesía se  ha mantenido en el poder vaya a cambiar algo. 

Pero sí me da esperanza. Esperanza de que el pueblo confíe en que otro modelo social, comunista, sea posible. Confianza en que la gente decida unirse contra el poder y prefiera tomar conciencia y hacer la lucha antes que quedarse en casa, resignándose. 

Y esperanza; mucha esperanza, en que ese gobierno idílico decida no ejercer la represión contra los y las anarquistas, y podamos agruparnos libremente para montar desde abajo otro tipo de sociedad, y que entonces podamos dar ejemplo y mostremos a la sociedad que alcanzar la libertad y la equidad fuera de la democracia y rechazando el poder, es posible.

Tal vez venga algún compañero o alguna compañera a decirme que eso es una estupidez.

Pero como siempre me ha enseñado mi compañera: la anarquía solo puede construirse desde la confianza.

Confiemos en que, si bien tal vez no llegue a cambiar todo un gobierno izquierdista, al menos sí nos permita tener las herramientas que nos lleven al cambio, como la posibilidad de impulsar una pedagogía libertaria que transforme las mentes de las nuevas generaciones hacia la autonomía y la reflexión, y una sanidad al alcance de todos y todas para no morir mientras luchamos.

Al fin y al cabo, aunque pensemos que no siguen el camino correcto, sí tienen nuestra misma meta: acabar con la división de clases sociales y el capitalismo.

Es cierto que con el comunismo luego perdurará el capitalismo de Estado y la división entre gobernantes y el pueblo gobernado.

Pero al menos sí nos hará el trabajo más fácil.

Todo el mundo puede saber quién dice representar, aunque al final no sea así, la voluntad del pueblo. Sin embargo, ahora mismo nadie conoce el nombre de todos los reyes y todas las reinas que hay sobre el tablero de la actual partida que se está jugando.

jueves, 15 de mayo de 2014

Sobre Sócrates y la actual forma de debatir.

Otro de mis grandes amores, es el filósofo griego Sócrates.

Es poco lo que se conoce sobre su biografía; de hecho ni siquiera dejó escritos. Todo cuanto de él se conoce es gracias a su discípulo y filósofo Platón, al cómico Aristófanes y al historiador Jenofonte.

Según Aristófanes, Sócrates era idéntico a los sofistas, y lo mostró en Las nubes como una persona embustera y ridícula, que embaucaba con sus discursos.

Jenofonte lo mostró como una persona interesada en alcanzar el conocimiento y la virtud, pero que poseía algunas características mediocres.

Por otro lado, su discípulo Platón le muestra en los Diálogos de un modo un tanto idealizado, como una persona virtuosa capaz de buscar constantemente el saber.

Lo que caracteriza a Sócrates es su sistema de enseñanza, la dialéctica, en la que tiene lugar la mayéutica, que él comparaba al arte que ejerció su madre, en tanto que con este método trataba de llevar a su interlocutor a dar a luz la verdad, descubríendola por sí mismo. Durante el diálogo, el filósofo proponía una serie de preguntas y contrastaba las respuestas, hasta al fin verificar si las ideas iniciales eran correctas o erróneas.

Sócrates, más que sofista, se definió como filósofo (del griego filos = amor y sofía = sabiduría). Una de sus expresiones más famosas es la de "Solo sé que no sé nada". Por ello no cobraba por sus enseñanzas y acabó ganándose numerosos enemigos, de tal modo que se le enjuició por "corromper a la juventud y no adorara los dioses y las diosas de la ciudad", con lo cual se le condenó a muerte. 
Eligió morir bebiendo de la cicuta.
Cada vez que pienso en Sócrates y contemplo la forma de debatir que impera en la actualidad, se me cae el alma al suelo.

Un diálogo debe ser un contraste de ideas, lo que implica escuchar a la otra parte, hasta dar con lo que consideramos más adecuado.

Sin embargo, hoy día los debates parecen competiciones en las cuales cada parte suelta arrogantemente sus argumentos (muchas veces sin datos ni fundamento) con los cuales trata de aplastar al resto para así imponerlos y que todo el mundo piense lo que él o ella considera lo correcto.

Y cuando no se convence, se pasa a los insultos, a cuestionar la inteligencia ajena, a mandar a leer o a abandonar el debate.

¿Y así a dónde vamos a parar?

Admito que yo mismo he tenido en muchas ocasiones esa pésima tendencia a caer en la prepotencia y en la falta de escucha, creyéndome en posesión de la razón e infravalorando las ideas contrarias.

Pero tenemos que darnos cuenta de que esa actitud es inmadura, estúpida y que lo mejor que podemos hacer es pararnos a escuchar y pensar lo que nos dicen, en lugar de montar nuestros argumentos mientras nos hablan para volcar lo que pensamos tan pronto como se calle nuestro interlocutor o nuestra interlocutora.

Tenemos que aprender a dialogar en lugar de plantear un arte de tener la razón.

Sería conveniente que aprendiésemos de Sócrates y que siguiésemos su actitud hasta la muerte.

Seguro que así aprenderemos mucho más y nos irá mejor.

jueves, 1 de mayo de 2014

¡Pildora anticonceptiva masculina ya!

En los blogs de machistas y neo-machistas, cuando se habla de derechos reproductivos maculinos, a lo único que se apunta es a la posibilidad de que los varones puedan abandonar libremente a sus hijos e hijas.

Como ya expliqué en una entrada de mi otro espacio, por varias razones, me opongo absolutamente a ello.

El derecho principal por el que los hombres hemos de luchar con respecto a nuestra sexualidad no es la posibilidad de mandar a la mierda a una criatura ya nacida, junto a una mujer que tendrá que ocuparse sola de todo... sino por la puesta en venta desde ya de la píldora anticonceptiva masculina.

Con esa píldora, tanto nosotros como ellas ganamos. 

Ganan ellas porque dejan de ser las únicas que se meten química al cuerpo, además de que dejan de ser las únicas responsables en cuanto a todo lo que se refiera a las relaciones sexuales y la reproducción.

Ganamos nosotros porque también decidimos no ser padres sin esperar a que las mujeres tomen la iniciativa en anti-concepción o se sometan a una interrupción voluntaria de la gestación.

Y de paso construimos un mundo más justo e igualitario.

Seguramente los y las habrá que estén en contra. Entre los chicos, porque a muchos les encanta poner excusas para todo. "Es que yo no sé"; "Es que tú lo haces mejor"; "Es que tú estás preparada biológicamente para eso y yo no"; "Es que es asunto tuyo"; etc; y la no venta de la píldora masculina les da una vía de escape para poder decir "Es que como yo no tengo píldora... ¿cómo me voy a preocupar?"... Entre las chicas, porque las hay que no confiarían en que los chicos las tomasen. Pero recordad que seguiríais teniendo la vuestra, además del preservativo, que siempre viene bien usarlo porque es lo único que previene de las Enfermedades de Transmisión Sexual.

Ahora bien, también habrá chicas y chicos que estén a favor de la píldora anticonceptiva masculina, y como este tema apenas suele tocarse, quisiera animaros a que todos y todas que estéis de acuerdo conmigo  a que montéis una entrada al respecto y difundáis el tema para ver si conseguimos hacer un poco de fuerza y mostramos a las farmacéuticas que sí existimos chicos que la compraríamos y tomaríamos.

Así pues, ¡ánimo, machirulos!, dejad de echarle tanto morro, que no os importe ni tan siquiera que tengan efectos secundarios (porque hay mujeres que las consumen y los tienen) y empezad a ceder privilegios y a tomar responsabilidades luchando por la posibilidad de que los varones tengamos derechos reproductivos sin ser caraduras.

Y sobre todo... no olvidéis que la paternidad no empieza tras un divorcio.