martes, 28 de enero de 2014

The blasfeburger. La hamburguesa blasfema.

¿Te gustaría tener el Infierno asegurado? ¿Quisieras atentar contra las prohibiciones de varias religiones de un solo golpe en pocos minutos? ¿Te apetecería caer en la tentación de blasfemar contra la fe judía, musulmana, cristiana, hindú... mientras te alimentas? Pues no te preocupes, que aquí ha llegado... ¡la Blasfeburger!, la hamburguesa blasfema. Preparada, dicho sea de paso, por lo que para toda religión no es más que una inferior, sucia e impura... ¡mujer menstruante!

¿Te la vas a perder?


miércoles, 22 de enero de 2014

La lucha por las palabras.

Hay algo que me tiene harto y de lo cual quienes luchamos contra el sistema hetero-patriarcal consumista y capitalista, no nos damos cuenta. Y es lo siguiente:

Cómo se nombra la realidad es algo sumamente importante. Contribuye a que ésta se muestre desde una perspectiva u otra y puede determinar la victoria o la derrota ante la persecución de los derechos humanos y animales. 

Es por ello que es imprescindible que empleemos constantemente términos que definan el mundo según cómo vemos las cosas, y no como las ve la reacción. 

Por ejemplo, si una persona que nunca ha leído una entrada mía pregunta a alguien que me lee frecuentemente cómo soy, qué pienso, cómo me describiría, y mi seguidor o seguidora responde que soy anarquista, feminista, paidocentrista, laico, ateo, anti-racista, anti-homofobia, anti-clasista, pro-elección, anti-fascista, ecologista, anti-especista, anti-taurino, etcétera, suena mucho mejor que si responde que soy un maldito terrorista anti-sistema, un rebelde perro-flauta, un coloca-bombas, un anti-varones, un perrito faldero, un anti-personas adultas, un luciferino o satánico, un viola-patrias, un arruina-naciones, un afeminado, un huele-bragas y pro-abortista.

¿Cierto que lo primero da otra impresión diferente a lo segundo?

Pues bien, quienes luchamos contra el sistema hetero-patriarcal consumista y capitalista nos topamos con un problema, y es el de que quienes promueven la homofobia, el patriarcado (tanto en el sentido sexista como adultista de la palabra), quienes buscan mantener el orden capitalista pre-establecido, los y las neo-liberales, y en definitiva, aquellas personas que persiguen mantener los privilegios concedidos a todo varón, blanco, adulto, con poder adquisitivo, heterosexual... se están adueñando de las palabras y están imponiendo un vocabulario que es usado, incluso, por nosotros y nosotras, lo cual nos perjudica bastante.

Para mostrarlo, a continuación voy a indicar algunas de las palabras y expresiones que emplean y en cuyas trampas acabamos cayendo, a fin de que dejemos de emplearlas y mostremos la realidad tal y como la vemos nosotras y nosotros, y no como esa gente quiere que se muestre:

1- Pro-vida y pro-aborto:

Con estos conceptos, la trampa está servida: al emplearse, se da a entender que quienes defendemos el derecho a la interrupción voluntaria de la gestación, estamos de acuerdo con que se produzcan abortos a mansalva, mientras que quienes se muestran en contra del aborto, lo que hacen es defender la vida.

Pro-elección
Y me niego a que esto se vea así. Ni queremos que se produzcan abortos, ni ellos y ellas son pro-vida. Nosotros y nosotras somos pro-elección, sin más, y a ellos y ellas les podemos llamar pro-muerte (porque mueren mujeres al no acceder a la IVE), pro-violación (porque obligar a una mujer a gestar es atacar a su sexualidad) o fuerza-partos.

Llamemos a esa gente como nos dé la gana; pero no caigamos en la trampa de decir que son pro-vida mientras que nosotros y nosotras somos pro-aborto.





2- Perro-flautas:

Vamos a ver: ¿quién trabaja: la clase obrera o la patronal? ¿Quién tiene que sudar para ganarse el pan: el proletariado o las élites? ¿Quienes manejan la economía a su antojo hasta arruinar familias y provocar el caos: la ciudadanía o empresas y gobernantes?

Está claro: la burguesía, la nobleza, la élite, el gobierno... no ha movido un dedo a lo largo de la historia; las grandes empresas, o mejor dicho, la patronal, gana dinero mientras duerme a costa de jornaleros y jornaleras; y quienes manejan las naciones conocen bien cuándo se van a formar las crisis, saben cómo crearlas y rápidamente recurren al fascismo para recuperar poder cuando parece escapárseles de las manos.

Por lo tanto, son ellos y ellas a quienes se les debería adjudicar el concepto de perro-flautas, y no a quienes construyen las casas, quienes vendimian, quienes fabrican los abrigos, quienes te salvan la vida o quienes te forman y educan para la vida.


3- Libre mercado:

Los y las neo-liberalistas promueven un modelo económico basado en el capitalismo y el libre mercado en el que el Estado no intervenga en absoluto para regularlo.

Como anarquista, opino que el Estado no debería intervenir en nada, en tanto que promuevo la abolición del mismo. Y, bajo mi punto de vista, la regulación ha de llevarla a cabo el pueblo, basándose en los principios tanto de libertad como de equidad.

Ahora bien, no soy idiota. Aunque no quiera la regulación estatal de nada, no por ello quiero dar rienda suelta al poder. No planteo una sociedad sin estado en la que cada cual pueda oprimir como quiera. Deseo la abolición del mismo, sí, pero al mismo tiempo apoyo un sistema socio-económico comunista gracias al cual no haya ni jerarquías, ni hambre, ni opresiones, ni desigualdades... Es por ello que mientras exista el Estado, defenderé que al menos éste se encargue de pisarle los frenos a esa gentuza elitista y capitalista que provoca tantos asesinatos, tantas torturas, tantas violaciones, tanta injusticia, tanto mal.

Además, no es cierto que el libre mercado exista. Ya explicaré esto en otra entrada con profundidad, pero lo cierto es que los y las neo-liberales no fomentan el libre mercado. Lo que realmente quieren es que el Estado no mueva un dedo para que sean ellos y ellas quienes puedan regularlo a su antojo.

De este modo, observamos que el concepto de libre mercado no es más que un concepto-maquillaje que, con la excusa de que incluye lo de libre, parece algo bueno a priori, pero lo cierto es que debería ser sustituido por el de libre control o por al menos por el de libre mercado... bajo mi interés y dominio.



4- Feminazi:

Feminazi es la mezcla entre feminista y nazi. E imagino que sabéis que es un o una nazi, ¿verdad? ¿Tenéis idea de lo grave que es ésta acusación y de la fuerza que tiene este término, por lo que viene a decir?

Pues bien, desgraciadamente me he topado con feministas que usan para sí mismos/as ese concepto. Se presentan y califican como feminazis, a fin de hacer la ironía a machistas y neo-machistas, y seguirles el juego.

Cada vez que veo eso, me dan ganas de darle un capón a ese o esa feminista, ya que es un error muy grave. Hay mucha gente que desconoce qué es el feminismo y mucha gente que entiende por este movimiento algo totalmente equivocado.

Ni somos feminazis ni quienes así nos llaman buscan la igualdad y la libertad.

No hagamos idioteces. Somos feministas... y punto.


5- Competitividad:

Se emplea competitividad para hacer referencia a la capacidad de quedar por delante de otras personas, empresas, naciones..., fortalecer la propia economía y hacer avanzar el propio mercado.

Para conseguir esto, nos venden como estrategias algunas de las siguientes: el despido libre, la bajada de salarios, precios más bajos, trabajar más horas, no exigir derechos laborales, innovar sin recursos y, en definitiva, poner el culo.

Sí, poner el culo. Porque éste es el verdadero concepto que debería emplearse y no ese tan confuso de competitividad.

No quieren que seamos competitivos y competitivas. Lo que desean es que agachemos la cabeza, cerremos la boca y dejemos que nos exploten hasta que nuestros huesos queden tan molidos como los de aquellas criaturas que eran explotadas en las fábricas durante la Revolución Industrial.


6- Masculinismo / varonismo:

Masculinismo o varonismo es el concepto empleado por un grupo de neo-machistas para ocultar su rostro.

Como saben que mostrar su odio hacia las mujeres abiertamente es algo políticamente incorrecto en nuestras sociedades, necesitan maquillar su discurso y su definición de una forma aparentemente neutral, igualitaria y conciliadora.

Sin embargo, no son más que machistas de toda la vida que emplean estrategias nuevas para mantener el poder, tales como el promover que los varones puedan abandonar a los hijos y las hijas a cambio de que las mujeres puedan conseguir el derecho al aborto; la invención de un falso, misógino, adultista e inexistente Síndrome de Alienación Parental; el hacernos creer que las mujeres son unas brujas maléficas que dominan a los varones mediante el sexo; la invención de una plaga de denuncias falsas sobre malos tratos y violaciones que, por supuesto, solo cometen las mujeres; promover la idea de que las mujeres no han sido oprimidas porque votaban y votan a partidos conservadores (como si no hubiese machistas de izquierdas); o equiparar la ablación, las cesáreas innecesarias y la episiotomía con la circuncisión.

Es por esto que me niego a llamarles masculinistas o varonistas, sin más. No podemos contribuir a fortalecer su maquillaje.

Son machirulos, es decir, machistas de última generación y así es como hemos de mostrarles.


7- Globalización:

Hablar de globalización es quedarse a medias. Se han globalizado la economía, el mercado, los productos, las marcas, las empresas... Pero aún seguimos sin una sanidad universal y de calidad; continuamos sin que todo el mundo pueda acceder a una formación superior; todavía hay mucha gente a la que no le llegan los alimentos y el agua que necesita para sobrevivir; aún existen fronteras que limitan a la gente la posibilidad de acceder fácilmente a puestos de trabajo que las empresas construyen en las naciones capaces de poner el culo.

Hablemos de globalización económica, de globalización empresarial, de globalización del mercado, pero no de globalización a secas, porque es falso.



8- Quedarse embarazada:

Antaño se creía que era el varón quien, cual campesino, ponía le simiente en la mujer, en la cual, cual tierra pasiva, crecía una criatura.

Hoy día sabemos que la concepción no tiene lugar ni gracias a un varón solo, ni gracias a una mujer exclusivamente. Lo que se produce es la unión de un gameto masculino (espermatozoide) con otro femenino (óvulo), los cuales son ambos activos y dan lugar al surgimiento de un nuevo ser humano.

Y en el proceso de crecimiento de esa criatura, la mujer no es pasiva. La mujer permite su crecimiento. Ella gasta energía de lo que ingiere para que ese ser se desarrolle. A través de ella le llegan estímulos y sensaciones. Ella le da su sangre. Ella es activa y le da forma. Ella lo trabaja. Ella lo gestiona. Ella lo gesta.

Por ello no me gusta la expresión quedarse o estar embarazada. Suena a estar sembrada. Mantiene la idea antigua de que ha sido un varón quien ha depositado una semilla en ella y ella, solo gracias a él, se ha quedado embarazada.

No podemos negar que ellos también contribuyen a que ese ser pueda desarrollarse. No podemos negar que ellos ayudan a activarse el proceso de gestación. No obstante, prefiero hablar de gestación, de estar en periodo de gestación, de gestantes; pero no de mujeres embarazadas.

Y al varón que sería el futuro padre, podría llamársele como co-activador, dado que contribuye junto a la mujer a que se active el proceso de gestación, y, en caso de que sea un padre presente, doulo, porque puede contribuir a generar un ambiente confortable para la gestante que la ayude a  desarrollar a la criatura en buenas condiciones.


Conclusión: tenemos que hablar con propiedad y recuperar el terreno.

No podemos dejar que nos coman y que los y las fuerza-partos que no ven a las mujeres como personas, sino simplemente como incubadoras con patas definan el terreno; no podemos dejar que quienes ejercen el poder para perpetuar las jerarquías de clases nos digan que palabras como patronal, capitalismo y proletariado están anticuadas, dando a entender que estas cosas hoy en día no existen, y barran para su casa con conceptos falsos como los de perro-flautas,  libre mercado y competitividad; no hemos de dar nuestro brazo a torcer al grupo de neo-machistas que se defienden bajo la máscara del masculinismo / varonismo mientras lanzan pedradas tales como feminazis, abducción de género y huele-bragas.

Si seguimos cayendo en sus trampas y empleando este vocabulario incluso en nuestros debates y para nosotros y nosotras, entonces no nos quedará más remedio que apagar y flagelarnos.

martes, 14 de enero de 2014

¿Por qué destruir el poder?

"Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos, un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas".

A estas alturas de la humanidad, a nadie le puede caber duda alguna de que vivimos en una sociedad fuertemente jerárquica, en la cual unas personas están por encima y otras están por debajo; y que quienes se encuentran en los eslabones más elevados, tienen (y ejercen) un considerable poder sobre quienes pasan más tiempo sobreviviendo que viviendo.

Ante esta, a mi parecer, tremenda injusticia, muchos autores y muchas autoras han propuesto diferentes modelos socio-económicos y formas de gobierno que contribuyesen a paliar las diferencias de clase y favorecer, así, si no la equidad, al menos sí la igualdad de oportunidades para que todo el mundo pueda ascender en la escala social (que no es otra cosa más que dar a toda la gente la misma posibilidad de aplastar al resto).

Exceptuando al anarquismo, que ha promovido la abolición del poder, otras diversas ideologías han basado sus fundamentos en la división del poder, la cesión del mismo a las clases desfavorecidas o el gobierno de quienes poseían una mejor cualificación para tomar el mando.

La aristocracia, por ejemplo, vendría a ser el gobierno de los y las mejores (también puede significar el gobierno de quienes tienen títulos nobiliarios). Según quienes defienden esta forma de gobierno, serían las personas mejor preparadas y cualificadas las que deberían gobernar. Por ejemplo, el filósofo griego Platón, quien hablaba del filósofo-sabio como el mejor preparado para gobernar, no solo por sus conocimientos, sino porque sería virtuoso.

La clave que a mí me sugiere siempre es: ¿qué entendemos por tener mejor cualificación para gobernar? La persona mejor preparada bien podría ser tanto quien ha alcanzado un cierto nivel educativo como quien supera un determinado nivel en un test de inteligencia; podría considerarse como mejor preparada tanto a quien más guerras ha vencido como quien muestra la más grande de las humildades.

Determinar quién sería la persona mejor cualificada, en tanto que difícil sería determinar qué requisitos son imprescindibles para gobernar bien, es tarea imposible.

Para gobernar, no solo haría falta capacidad, sino que también voluntad. Nadie dejaría pilotar un avión a un ser humano que, por muy buena voluntad que tuviese, no supiese manejarlo. Asimismo, no tendría sentido dejar en sus manos a un o una piloto que por muy bien que pilotase, tuviese en mente la idea de estrellar el avión contra el suelo.

Y como no podemos, en política, determinar qué moralidad y qué cualidad es la más importante, hablar de aristocracia es, por lo tanto, absurdo. Y esto, sin olvidar que la aristocracia solo puede acabar en plutocracia, esto es, el gobierno de quienes poseen mayores riquezas, ya que quienes manejan la economía no tardarían en alcanzar antes que cualquiera, a través de una buena educación privada o de marketing, aquellas dotes consideradas como las mejores.

El comunismo (autoritario) nos dice que la solución pasa por darle la vuelta a la tortilla: el proletariado se haría con el mando del gobierno estableciendo unas normas rígidas que acabarían con las clases sociales y traerían la igualdad y la libertad a todo el mundo.

No obstante, ¿no son, acaso, el gobierno y el pueblo gobernado, dos formas de clase o distinción más? ¿Cabe pensar que hay igualdad entre quien toma el poder y quien se deja someter, por muy buenas intenciones que parezca tener quienes se encuentran en el gobierno?

Entre gobierno y pueblo gobernado no puede haber igualdad posible. Por lo tanto, la toma del poder por parte de los y las comunistas, aunque contribuyan a paliar las diferencias de clase, no traerán la equidad. Si bien ya no habría distinción entre patronal y proletariado, sí la habría entre quienes mandan y quienes se subordinan.

Por lo tanto, bajo mi punto de vista, solo queda una cosa: acabar con el poder.

La verdad, no tengo ni la más menor idea de si J.R.R. Tolkien poseía ideas anarquistas, pero sí pienso que de su trilogía El Señor de los Anillos, puede extraerse como conclusión, que usar el poder en beneficio de la igualdad y la libertad, no sirve, y que no hay mejor remedio que destruirlo.

Según entendí la trilogía, el Anillo de poder representaría el poder absoluto y para acabar con el mal, hay que destruirlo arrojándolo a las mismísimas llamas en las cuales fue forjado.

En La Comunidad del Anillo, la primera parte de la trilogía, Elrond forma un Concilio para decidir el futuro del Anillo único de poder. Se incide en que no es posible llevarlo lejos o esconderlo, porque tarde o temprano el Anillo sería encontrado y eso solo serviría para retrasar lo inevitable. Asimismo, Boromir propone utilizarlo en beneficio propio cuando dice:

"¿Por qué habláis siempre de ocultar y destruir? ¿Por qué no pensar que el Gran Anillo ha llegado a nuestras manos para servirnos en esta hora de necesidad? Llevando el Anillo, los Señores de los Libres podrían derrotar al Enemigo. Y esto es lo que él teme, a mi entender.

Los Hombres de Gondor son valientes, y nunca se someterán; pero pueden ser derrotados. El valor necesita fuerza ante todo, y luego un arma. Que el Anillo sea vuestra arma, si tiene tanto poder como pensáis. ¡Tomadlo, y marchad a la victoria!".

Sin embargo, el poder corrompe. Esta opción no serviría de nada; y Elrond lo explica muy bien cuando expresa lo siguiente, respondiendo al planteamiento de Boromir:

"Ay, no -dijo Elrond-. No podemos utilizar el Anillo Soberano. Esto lo sabemos ahora demasiado bien. Le pertenece a Sauron, pues él lo hizo solo, y es completamente maléfico. La fuerza del Anillo, Boromir, es demasiado grande para que alguien lo maneje a voluntad, salvo aquellos que ya tienen un gran poder propio. Pero para ellos encierra un peligro todavía más mortal. Basta desear el Anillo para que el corazón se corrompa. Piensa en Saruman. Si cualquiera de los Sabios derrocara con la ayuda del Anillo al Señor de Mordor, empleando las mismas artes que él, terminaría instalándose en el trono de Sauron, y un nuevo Señor Oscuro aparecería en la tierra. Y ésta es otra razón por la que el Anillo tiene que ser destruido; en tanto esté en el mundo será un peligro aun para los Sabios. Pues nada es malo en un principio. Ni siquiera Sauron lo era. Temo tocar el Anillo para esconderlo. No tomaré el Anillo para utilizarlo".

Por muy buenas intenciones que una persona diga tener, lo cierto es que al adquirirse el poder, la corrupción está servida. En primer lugar, porque es imposible gobernar por el bien y los intereses de quienes se someten al control del gobierno, ya que, ¿quién establece cuáles son los intereses de la población gobernada? En una sociedad tan plural, donde hay quienes se encuentran a favor del matrimonio homosexual y quienes se hallan en contra, ¿cómo señalar cuál es el bien para el pueblo a la hora de decantarse por la aceptación o la prohibición del mismo? En segundo lugar, porque no solo el ente que toma el mando ya se encuentra en cierta forma corrupto, sino que además, aunque no quiera ejercer la tiranía, lo cierto es que mientras exista el poder, las puertas a de la dictadura permanecerán abiertas.

Cuando el bien o el mal de un ser humano depende de otro ser humano, la desigualdad es un hecho. De ahí que sea fácil que quien se encuentra por encima pueda caer fácilmente en el paternalismo y/o el autoritarismo.

Hay muchas variables que nos afectan positiva o negativamente en la vida, así que lo bueno o lo malo para una persona solo puede conocerlo esa persona misma. Por ende, ninguna forma de gobierno puede no ser corrupto.

Así pues, lancemos el Anillo, el poder, a lo más profundo de las llamas en que fue forjado. No pretendamos ocultar el Sol con un dedo ni utilizar aquello que fácilmente se nos puede escapar de las manos.

Aprendamos, entonces, que nadie puede llevar a la sociedad por buen puerto, y que el único camino posible, a mi entender, es el de que todos y todas, pensando en y entre todos y todas, y persiguiendo dos valores innegables a cualquier persona, que son la libertad y la igualdad, nos organicemos sin ceder ni adquirir ese poder que tan fácilmente corrompe a la especie humana.

Al fin y al cabo, la libertad no es algo que se adquiere, no es algo que se gana, no es algo que se enseña.

El poder ha de ser destruido, simplemente, porque la libertad...

lunes, 6 de enero de 2014

Meme 1: Denuncias falsas.

Inicio en este blog una etiqueta nueva sobre memes, con los cuales criticaré a neo-liberales, clasistas, fascistas, machistas, masculinistas (neo-machistas), racistas, homófobos/as, adultistas y demás seguidores y seguidoras del hetero-patriarcado capitalista.

Y siempre, antes de colocar el meme, daré una explicación del porqué del mismo.

Este primero está hecho en honor a los y las neo-machistas; especialmente a uno, de la página de Facebook Basta de Feminazismo, quien creó su página misógina y misándrica en contra posición al fabuloso blog pro-igualdad y pro-libertad de Basta de sexismo.

El caso es que los y las machistas, así como los y las masculinistas (neo-machistas) dicen que en España existen una infinitud de casos de falsas denuncias cometidas por parte de las mujeres hacia los varones. Comentan que la ley está contra los hombres, a quienes se les reprime como cual dictadura nazi.

Sin embargo, como ha analizado Vimes, del blog Así hablo Cicerón, acudiendo, no a fuentes feministas, sino al mismísimo Boletín Oficial del Estado (BOE), no existe tal ley anti-varones; así como ya han anunciado numerosos medios que no tienen nada que ver ni con el feminismo ni con el estado español, es incierto que exista una lluvia de denuncias falsas tras las cuales los varones se pasan media vida en prisión. 

Ojo, no quiero decir que no haya denuncias falsas. Las hay; y, por cierto, no solo por parte de mujeres, sino que también por parte de varones y organizaciones.

Porque además, el gran mito que tratan de meternos en la cabeza este grupo de anti-feministas, es que la situación siempre es ésta: mujer denunciante - varón denunciado falsamente - varón en prisión. Sin embargo, la realidad es bien distinta, en tanto que no solo puede denunciar una mujer haber padecido malos tratos; también puede ser el vecino, la vecina o la policía si ve algo extraño en la calle.

Un ejemplo de esto es una situación que mi pareja y yo hemos vivido. Hace unos meses, mientras caminábamos por la calle, vimos a un hombre golpear y gritar a su pareja. Llamamos a la policía y los agentes denunciaron. Esa denuncia consta ahora mismo en las estadísticas como denuncia por violencia de género. No obstante, como ella se negó a declarar lo sucedido y a denunciarle, la sentencia fue absolutoria. ¿Resultado? Ahora este grupo de machistas y neo-machistas cuenta esta denuncia como falsa.

Asimismo, demostrar un maltrato es sumamente difícil, y en eso se basan para adjudicar las denuncias falsas en masa: pretenden hacernos creer que cada vez que un caso no se ha demostrado, la denuncia era falsa automáticamente. 

Por último, lo que nunca cuentan es que denunciar falsamente supone un delito, lo cual mantiene a toda persona defendida de una posible denuncia falsa (por cierto, en donde sí hay un elevado índice de denuncias falsas, y en un 40 %, es en delitos de robo a fin de estafar a las compañías de seguros... ¡y nadie va diciendo que haya que suprimir tal ley o que tengamos una ley anti-aseguradoras!).

Así pues, diseño el primer meme en honor a esos y esas machistas alarmistas de denuncias falsas inexistentes:



miércoles, 1 de enero de 2014

Introducción al anarquismo.

En su momento, en otra entrada, vimos qué es el anarquismo y sacamos en claro que es un movimiento que busca la libertad y la igualdad de todo ser humano, trayendo consigo la abolición de las jerarquías, las clases sociales y el poder en general.

Para profundizar más en qué es el anarquismo, os dejo a continuación un texto extraído del Portal Libertario Oaca.

El texto es mucho más amplio y dejo el enlace para quien le interese. Por el momento expongo aquí lo principal, pues prefiero ir poco a poco con los temas, a fin de que queden claros y no revueltos, en tanto que quien mucho abarca, poco aprieta.

"El anarquismo es una ideología política basada principalmente en la libertad colectiva e individual. El anarquismo se opone a la coerción y las jerarquías en todos las esferas de la sociedad, al capitalismo, al estado, y todo tipo de organizaciones y relaciones autoritarias. La propuesta del anarquismo es una revolución socialista y libertaria desde abajo, que construya una sociedad basada en la cooperación, la democracia directa, la igualdad social y económica, la autogestión y el federalismo.

Históricamente, el anarquismo nace, en la segunda mitad del siglo XIX, con la tendencia anti-autoritaria de la Primera Internacional (Asociación Internacional de Trabajadores), que fuera eventualmente expulsada de esta por los comunistas autoritarios, liderados por Marx. Los principales teóricos del anarquismo fueron Mijaíl Bakunin y Pedro Kropotkin, quienes se inspiraron especialmente de las teorías de Pierre Proudhon.

Su origen socialista, en el seno de la clase trabajadora, no debe ser confundido con el comunismo “autoritario” de Marx. Los mayoría de anarquistas son comunistas, pero comunistas anarquistas o comunistas libertarios. La diferencia consiste en que los comunistas autoritarios creen necesario un periodo de transición: la instauración de una “dictadura del proletariado” que centralice toda la producción económica y todos los aspectos de la sociedad en un estado altamente burocrático, dejando así de lado el comunismo verdadero para un futuro incierto, mientras que los anarquistas piensan que el problema no es simplemente quien tiene el poder del estado, sino el poder mismo en todos sus aspectos, y, por ende, no se puede destruir al estado fortificándolo.

El anarquismo ha sido calumniado, censurado, ignorado, vilipendiado por los marxistas, tanto como por los capitalistas. El periodo de “propaganda por el hecho” (cuando algunos anarquistas decidieron utilizar atentados violentos para acelerar procesos revolucionarios inefectivamente) contribuyó a la imagen del anarquista tira-bomba, pero ante todo fue el apagón mediático y el desconocimiento de las propuestas constructivas del anarquismo que incitaron su desprestigio, así como, en un menor grado, la ambivalencia epistemológica de la palabra “anarquía.”

El anarquismo fue la principal ideología revolucionaria en todo el mundo hasta el ascenso de los bolcheviques en 1918, cuando el marxismo remplaza al anarquismo. Y sin embargo, el anarquismo dejó una huella indeleble en la historia que poco a poco se va recuperando. El origen del primero de mayo, la huelga general, la adquisición de las 8 horas y otros derechos laborales, revoluciones populares, así como la divulgación de ideas tales como la autogestión, la cooperación y la democracia directa fueron algunos de sus aportes. Tampoco se puede ignorar la labor de anarquistas al propagar ideas racionalistas y progresistas [1] como el librepensamiento, el feminismo, el aborto, la libertad sexual, la eutanasia, el laicismo y anticlericalismo, el ambientalismo, etc. Un dato anecdótico es que la primera persona en legalizar el aborto por primera vez en el mundo fue una ministra anarquista: Federica Montseny [2] (la controversia de una anarquista en el gobierno no será tratada en esta introducción).

Históricamente, se desarrollaron dos principales tipos de anarquismo, uno social, arraigado en las ideas socialistas, y otro individualista, fruto del liberalismo clásico que no tuvo la importancia histórica del primero y cuya pertenencia a la tradición anarquista es puesta en cuestión actualmente [3]. Se podría decir que el anarquismo individualista esta más basado en el campo teórico, sus prácticas se limitan a individuos desconectados de los movimientos sociales populares que buscan un cambio radical de la sociedad.

También es necesario hacer la distinción entre varios términos que aluden al anarquismo. Por un lado, términos como “anarco-feminismo”, “anarquismo verde”, “insurrecionalismo”, “plataformismo”, “especifísmo”, “anarco-pacifismo”, entre otros, se refieren a prácticas o tendencias dentro del anarquismo. Ideológicamente estos términos no contradicen los postulados del anarquismo. Por otro lado, términos como “anarquismo posizquierda”, “anarco-primitivismo”, “anarco-capitalismo”, “anarco-nacionalismo”, entre otros, contradicen al anarquismo en diferentes aspectos. El anarco-capitalismo, por ejemplo, defiende al mercado libre capitalista, cuando el anarquismo es tradicionalmente anti-capitalista. Por ende, se deben descartar a estos términos de la tradición anarquista.

Como mencioné previamente, fue el anarquismo social, y no el individualista, el que ha tenido un impacto en la historia de la humanidad. Para continuar, es imprescindible definir brevemente algunos importantes términos que evitaran futuras confusiones:

Anarquía (o Acracia): Palabra polisémica generalmente asociada al caos. En realidad significa “ausencia de poder u autoridad” [4]. La ausencia de autoridad no implica necesariamente la ausencia de organización. La anarquía es la utopía anarquista, una sociedad organizada horizontalmente, sin jerarquías sociales.

Anarquismo: Ideología política, social, y económica cuya meta e inspiración es la anarquía. La mutación mas importante dentro del anarquismo es la del anarquismo colectivista de Bakunin hacia el anarquismo comunista o comunismo libertario popularizado por Kropotkin.

Anarcosindicalismo: Método de organización y lucha de los trabajadores a través de sindicatos autogestionados, resultado de la unión de anarquistas y sindicalistas revolucionarios. Basado en la acción directa, de donde resalta la huelga general para enfrentar al gobierno y la patronal. Su meta es comúnmente el comunismo libertario. Destaca la importancia del anarcosindicalismo en la formación de los primeros sindicatos a nivel mundial.

Comunismo Libertario: También conocido como anarcocomunismo, comunismo anarquista, o comunismo anárquico. Sistema político, económico, y social inspirado en el ideal anarquista. Basado en el principio “de cada uno según su capacidad, a cada uno según su necesidad”. Organizado según el principio federativo, la democracia directa, la asociación voluntaria, la colectivización (o propiedad comunal) de los medios de producción y su autogestión por sus propios productores y consumidores. Supone la abolición del estado y el capitalismo, del trabajo asalariado, de la explotación del hombre por el hombre, y la desaparición de las clases y jerarquías sociales.

Principios

Corriendo el peligro de que este ensayo termine convirtiéndose en un glosario, es también imprescindible explicar los principios en los que se basa el anarquismo, algunos de los cuales he mencionado previamente:

Asociación Voluntaria: Consiste en la facultad de todo individuo en unirse y formar asociaciones, grupos, y organizaciones de todo tipo libremente.

Federalismo Libertario y Horizontalidad: El federalismo se opone a la centralización. Implica la asociación de distintos organismos (sindicatos, juntas, asociaciones) que otorgan la capacidad de decisión y poder a organismos superiores, conformados por delegados [5] de los primeros. Una sociedad basada en principios federativos funciona de abajo hacia arriba. La horizontalidad implica la igualdad entre todos los individuos que conforman una organización, entre todas las organizaciones que forman una federación, y así sucesivamente.

Autogestión: Control total y gestión total de una asociación o estructura por sus propios integrantes de forma libre e igualitaria. En un sentido mas amplio, la autogestión implica que todos los miembros de una sociedad tengan la capacidad y el derecho del control de sus propias vidas.

Democracia Directa: La democracia directa se refiere a la implicación de todos los individuos que pertenecen a un organismo en las decisiones tomadas en asamblea. Lo que caracteriza al anarquismo de otras ideologías es su capacidad para el dialogo y la cooperación en lo que respecta a la toma de decisiones, que generalmente ocurren a través del consenso o el voto.

Ayuda Mutua (o Apoyo Mutuo) / Solidaridad: Principio por el cual se asume que el altruismo, la cooperación, la reciprocidad, y el trabajo en equipo son beneficiosos para la sociedad. Se opone drásticamente a la competición, y la noción de la supervivencia del mas fuerte, nociones expuestas por el capitalismo, el darwinismo social y el fascismo [6].

Internacionalismo: Concepto basado en el hecho de que el capitalismo es un sistema global y que la única manera de vencerlo es uniendo las fuerzas populares de todo el mundo. Implica también la libre circulación de gentes, la cual es actualmente negada por una globalización únicamente financiera y de productos.

Algunos de estos principios son difíciles de aplicar en nuestra vida cotidiana ya que vivimos, casi totalmente, en un sistema capitalista neoliberal. El anarquismo social es por ende, revolucionario, y para llegar a la revolución, los anarquistas, a través de la historia, han desarrollado ciertas tácticas y posiciones:

Antiestatismo y antiparlamentarismo: Muchos anarquistas del ayer se consideraban apolíticos o antipolíticos. Eso no quería decir que se oponían a tomar parte en la organización de la sociedad, sino que se oponían a la política gubernamental, al parlamentarismo burgués.

Acción Directa: La resolución de un conflicto por parte de los implicados sin intermediarios. Según Emile Pouget “manifestación de fuerza y voluntad obrera; se materializa según las circunstancias y el contexto por actos que pueden ser muy anodinos, como muy violentos.” Generalmente se refiere a iniciativas individuales o colectivas como huelgas, sentadas, ocupación, bloqueos, sabotaje, y boicots.

Lucha de Clases: La lucha de clases se refiere al conflicto inevitable entre las clases gobernantes y burguesas por un lado y las clases trabajadoras y explotadas por el otro. La lucha de clases, desde una perspectiva libertaria, tiene como meta una sociedad sin clases, sin la necesidad de una transición, como el marxismo postula, de una dictadura de una clase sobre otra. El concepto de lucha de clases es usualmente atribuido al marxismo, sin tener en cuenta que fue utilizado enérgicamente por Proudhon, Bakunin, Reclus y otros anarquistas.

Autodisciplina: “La libertad es la guía y la norma de conducta del anarquismo en su desenvolvimiento interno. Este repudia el concepto de disciplina cerrada y coercitiva a la que desea ver sustituida por la disciplina moral y voluntaria, por el libre consentimiento recíproco” [7]. La Columna Durruti ejemplifican la ética libertaria en tiempos de guerra: los milicianos se auto-disciplinaban, siendo conscientes de la responsabilidad que caía sobre ellos mismos.

Fines y Medios: A diferencia de los marxistas quienes justifican un estado autoritario para algún día llegar a un fin comunista (antiautoritario), para los anarquistas los fines están en los medios. Para llegar a una sociedad autogestionaria y federalista se tiene que luchar utilizando la autogestión y el federalismo [8]. Bakunin predijo que un proyecto autoritario solo podía engendrar un régimen autoritario.

Contra-Instituciones: La creación de contra-instituciones (sindicatos revolucionarios, cooperativas, organizaciones políticas, juntas vecinales, colectivos, etc…) permite prever y ser la herramienta para organizar la sociedad antes y después de la revolución.

Revolución Social: La lucha de clases implica un conflicto inevitable; los anarquistas luchan por una revolución cuya meta es generalmente el comunismo libertario, y con este, el fin de la opresión estatal y la explotación del capital.

Violencia / No-violencia: Una de las ideas principales del anarquismo es la desaparición de la violencia y la coerción en la vida social. El capitalismo neoliberal y el estado conservan el monopolio de la violencia y la aplican cada vez que es necesario [9]. Sin embargo, la propaganda capitalista quiere convencer que la violencia la genera cualquier tipo de oposición, cuando bastaría contar las víctimas del capitalismo y las “democracias” occidentales para darse cuenta de quien es violento y quien simplemente se defiende. Si contamos los muertos, el anarquismo termina siendo una de las ideologías políticas menos mortíferas. Según Malatesta, el problema de usar la violencia y la venganza como actos revolucionarios consiste en que si estas se vuelven sistemáticas y duran demasiado tiempo, el pueblo recurrirá al primer gobierno fuerte que le traiga paz, aunque le quite la libertad (véase fascismo)".


Notas:

[1] Entiendase progresismo como la voluntad de instaurar un procesos social de reformas, en oposición al conservacionismo.

[2] Pelletier, Philippe. L’Anarchisme. P. 52

[3] Schmidt Michael y Van der Walt Lucien. Black Flame: The Revolutionary Class Politics of Anarchism and Syndicalism. Se argumenta en este libro que el anarquismo individualista no es parte de la amplia tradición anarquista.

[4] Baillargeon, Normand. L’Ordre Moins Le Pouvoir: Histoire & Actualité de l’Anarchisme. P. 22

[5] La delegación no es lo mismo que representación. La representación permite al representante de decidir por sí mismo sin ni siquiera consultar a quienes representa. La delegación implica que todas las decisiones del delegado han sido previamente estudiadas y autorizadas por todo el organismo. El delegado es simplemente el individuo que presenta las propuestas de su organización a la federación.

[6] Véase Ayuda Mutua: Un factor en la evolución de Pedro Kropotkin

[7] Luigi Fabbri. Revolución no es Dictadura. P.120

[8] Correa, Felipe. Construir el Federalismo Libertario: Autogestión y Federalismo Hoy.

[9] Nótese como cada vez que el capitalismo se ha encontrado en aprietos, se ha recurrido a regímenes fascistas para acabar con la revolución social.